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Los Cuatro Sicarios en la Selva [ Histaria de Terror]

Los relatos de sicarios que estás por escuchar son basados en hechos reales pero siempre se tocan de un punto de vista Paranormal cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia sin más te invitamos a leer la siguiente historia que te relatamos a continuación.


 La Criatura de la Selva

Mi nombre es Fabián les quiero contar algo que nos pasó a mí y a mis carnales mientras andábamos Perdidos por la selva Chiapaneca era un día más o menos normal estábamos haciendo ronda como nos toca a veces a los zikas, en el vehículo blindado ibamos por todo el terreno, nos la pasábamos por las brechas para vigilar que los pixeleados no estuvieron metiendo las narices en donde no les correspondía.


Historias de terror



Ya íbamos de regreso al cuartel cuando nos dimos cuenta de que alguien venía siguiéndonos, en pocos minutos de persecución se armaron los balazos se notaba que alguien nos había puesto el ojo y los militares nos iban siguiendo los talones.

Traqueteando las balas de Calibre 50 sin Piedad sobre nuestro hombros, si no hacíamos algo era cuestión de segundos de quedar como coladera. La presión del plomo que nos hacían apresurar con rapidez.

El conductor se dio cuenta de un camino que se notaba poco transitado y apostando todo a que íbamos a sobrevivir dio un volantazo y avanzamos entre las plantas de la selva.

Los pasajeros estábamos chocando con el techo de los pinches brincos que daba el vehículo al toparse con raíces rocas ramas y demás materiales me sorprendió que no se volcara. Como nuestro vehículo era mucho más pequeño que la camioneta de los militares, no nos alcanzaron en esa espesura poco piadosa.



El conductor tuvo a bien detenerse creo que se le bajó la nota de pasión que se metió antes de hacer esas maniobras tan salvajes notamos que estábamos en medio de una expanción de roca que no se veía nada natural.

Bajamos para posar las botas sobre esas baldosas cubiertas de una espesa copa de musgo, frente a nosotros habia varios árboles de raíces perturberantes. Se extendían por encima de una estructura de rocas muy antiguas, tragamos saliva todo el tiempo.

Ruidos extraños excuchabamos y cada vez más fuerte, si hubieramos estado en otra situación, el sonido hubiera resultado cómico nos miramos unos a otros.



No podíamos regresar a una de las brechas bajo el riesgo de que los soldados nos siguieran, tendríamos que pasar el tiempo en ese lugar donde el temor nos consumia y nos paraba los pelos de punta con tan solo estar parados allí.

Montamos un pequeño campamento al lado del vehículo, podíamos ver una especie de puerta frente a nosotros que nos llamaba al misterio eterno en la oscuridad.

Nos pusimos ahí frente a ese portal para estar seguros de que nada saliera de ese punto porque se sentía una vibra bastante pesada. Alguien observaba con paciencia el momento adecuado para atacarnos.

Cuando te dedicas a la vida de narcotica, te acostumbras a tener esa sensación cada vez que te vas a enfrentar a un peligro oculto poco a poco las horas de la noche llegaron en esa selva. Había cantidades de sonidos de cigarras, monos y cantidad de animales que deberían encontrarse cantando sus locas canciones a la luna.

Pero extrañamente no había sonido alguno que rompiera esa inquietud más que el de nuestra propia respiración tenebrosa que era tan breve que trataba de ser inexistente.

Debía ser cercano a las 2 de la madrugada cuando escuchamos algo que entre las rocas era un sonido como de escamas posándose sobre la piedra húmeda. 

Todos nos pusimos en guardia éramos tan solo cuatro, de manera que nos colocamos espalda con espalda para cubrir por completo todo el ancho de la visión que se pudiera cortamos cartucho y bajo la luz de las antorchas químicas que llevábamos.

Esperamos a que ese ser enorme, que se presentía, cometiera el error de colocarse en un punto de cualquiera de nosotros. El conductor nos ordenó disparar.

Mis dedos ansiosos en el gatillo con chorros de sudor presentían que lo que sea que trataba de ser discreto en la oscuridad nos iba a saltar en cualquier momento como si lo hubiera invocado.

El Compa de enfrente recibió un coletazo que parecía de una serpiente gigante, le disparamos a ese ser sin tener mucho éxito, a continuación con mi compañero quejándose lastimosamente parecía tener las costillas rotas.



Salió una criatura mitad serpiente mitad mujer esta venía de las Sombras tenía senos pintados de color verde. El rostro combinaba rasgos de reptil y de humano.

Los cabellos le llegaban Más allá de la cintura, extendía los brazos con gigantes manos y unas uñas que parecían colmillos listos para clavarse en la carne de mi compa Quise disparar, pero la mano me temblaba tanto que las balas nomás no lo dieron en ningún sitio.

Ella Entonces se movió con agilidad inusitada clavó de dos golpes mortales las manos en las clavículas del hombre caído produciendo un sonido desagradable de huesos rotos después arrastró a su víctima al interior de la estructura de piedra gritaba de forma Espeluznante por ayuda que no le podíamos dar.

La mujer ya estaba muy adentro del sitio nuestras balas Simplemente no dieron en ningún punto mortal escuchamos como los gritos fueron sofocados luego de un crujido horrendo que hasta ahora retumba en mis oídos. Esa noche pensamos que todos íbamos a morir no pudimos dormir del miedo pero el ser solamente se llevó a uno denosotros.

Los demás pudimos ver la luz de un día más luego de lo cual examinamos la estructura de piedra para darnos cuenta de que era un templo prehispánico dedicado a una criatura temible que aunque olvidada o quisas muerta, pero que no dejaba de existir, que se encontraba esperando un grupo de incautos como nosotros que se presentaran de nueva cuenta como sacrificio a Su Majestad.


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