Les voy a contar unas cosas que pasan por los ríos de Campeche no puedo decir que los haya visto a todos pero pues tampoco me voy a ventanear para mencionarles En qué sitio es exactamente que andamos, lo que sí les voy a contar que en estos lugares hay espíritus muy viejos que siempre andan buscando que o quién será su siguiente comida.
Básicamente a los del grupo nos toca darle vuelta a los puntos inexplorados de la selva de Campeche de cuando en, cuando, nos daban un descanso pero como allá no había ni siquiera muchachas con las cuales divertirte pues los carnales decidíamos irnos un rato a los ríos o a las playas al cabo vestidos de civiles nadie iba a sospechar sobre nuestra ocupación y la neta todos estábamos bien prietos.
Así que igual podíamos haber dicho que éramos lancheros, en una ocasión nos quedamos Disfrutando de un río que daba al mar hasta bien entrada la noche nos habían dado una buena dotación de cerveza, está vez ingerimos bastante alcohol que nos iba a bastar para seguir ebrios hasta el día siguiente. Como buenos jóvenes nos lanzábamos retos y si no fuera porque los caimanes de ahí no eran más inteligentes que nosotros y huían al escuchar el ruido, creo que a varios nos faltaría una mano o una pierna por andarle jugando al valiente.
Ya estaba medio dormido cuando empezamos a escuchar un coro de voces femeninas que nos llamaban en la distancia ni se les entendía pero como cantaban bonito le llamaron la atención a varios de los integrantes de mi cuadrilla y en pocos minutos ellos ya iban corriendo a toda velocidad rumbo a los ríos cruzados por grandes manglares por primera vez agradecí mi preferencia sexual Porque esos cantos no provocaron la menor reacción en mí.
Simplemente los seguí para continuar con el desmadre, al llegar entre la unión del río con el mar nos encontramos de frente con varias damas sin ropa. Todas tenían la piel de tono verdoso que se distinguían gracias a las linternas que usábamos para guiarnos en la oscuridad.
Cuando el primero de los hombres se lanzó sobre ellas nada más escuché un crujido de huesos horrendo, ilumine el cuerpo del compa y vi como la mujer comenzaba a masticar desde la mandíbula hasta el interior del cráneo. El hombre no logro ni siquiera soltar un suspiro comencé a gritarles que se regresaran que parara pero ninguno me hacía caso pude ver como uno a uno todos los integrantes de mi grupo eran devorados por seres que apenas sacaban el pecho del agua y se notaban a legua que no eran humanos.
Como era el único no afectado salí corriendo de ahí hasta perderme en la noche no había manera de explicarle eso a mi jefe sin que me creyera que yo había puesto dedo así que dejé todo atrás y me perdí en los pueblos más lejanos que me dieron las piernas no sé qué se comió a esos hombres ni quiero saberlo pero tenía que contarlo aunque fuera de forma anónima saludos a todos buenas noches.
0 Comentarios